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domingo, 9 de abril de 2017

La intensa atracción de lo cotidiano

Sólo le quedaba un cigarrillo y se lo fumaría después de hacerle el amor por última vez. Dejaría ambas cosas al mismo tiempo, lo tenía decidido. Su adicción al tabaco la sustituiría por los parches de nicotina y el deporte. A ella por su nueva y joven amante con la que el sexo no era ni fatigoso, ni arrastrado, ni como el café con leche de todas las mañanas con dos terrones de azúcar.

El sonido de la llave abriendo la puerta, los gritos de los niños y el “hola cariño, ayúdame con las bolsas” lo sobresaltaron y sin pensarlo dos veces encendió el pitillo.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Contamíname

Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer sin el equipo de seguridad. Era consciente del riesgo que corría su vida si salía del búnker, pero necesitaba sentir en su rostro una mínima brisa, aunque ésta, estuviera cargada de millones de partículas de alto poder destructivo.

No quería perderse el espectáculo de la última salida del sol cuyos rayos, como habían pronosticado los informativos antes del apagón, debían ser ya un potente arsenal radiactivo. Y sobre todo, como todos los días anteriores a la catástrofe, necesitaba comprobar el estado de su amor, al que con toda seguridad, la explosión le cogió haciendo sus malabares al pie del semáforo.

martes, 11 de octubre de 2016

Cosas que hacer en domingo

Poco antes de que los domingos fueran amargos y amaneciera, cada mañana, con el deseo de apagarme y la mirada enganchada en el infinito del mar, nuestra vida y nuestra idea de la muerte, eran muy distintas.
El efecto de las pastillas dura cada vez menos tiempo y doblo la dosis cuando suenan las sirenas que avisan la llegada de los barcos a puerto. Los vecinos me miran indulgentes, cómplices de mi locura que no quiere admitir  la evidencia del naufragio.
Prefiero hablar con ellos de cosas imposibles, de lo que les pondré de cenar o lo que haremos el lunes que libran, y al anochecer regreso.
Apuestas REC semana no sé cuál.

martes, 14 de junio de 2016

Tiempos modernos

Las mañanas, si no llueve, desde que está en edad de buscar novia, sale del bosque camino a la ciudad y sube de un brinco a la roca del estanque donde se reúnen las jóvenes princesas. “Un enclave mágico” le cuentan, donde muchos como él, pasaron al mundo de los humanos, incluso como miembros de la realeza, según defiende su entorno feérico y las leyendas de la infancia.
Allí se acomoda, se tumba panza arriba mostrando sus atributos y croa con fuerza para llamar su atención. Un selfie con una, caras de asco, pero besos ninguno. Mañana lo intentará en una zona sin wifi.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Almas gemelas


En esa casa no vive Mizuki Tanaka. Hace algún tiempo que dejó su trabajo de maestro itamae, abandonó a su mujer y marchó, con una novia errante que conoció en el museo del mar, a recorrer mundo. Querían ser espíritus libres, ser comprendidos como la pareja perfecta y, como el honor es el honor, no podía afrontar la ofensa de vivir con su mujer mientras deseaba a otra.


De la noche a la mañana, abrió un nuevo restaurante de sushi más abajo. Puedes verlo temprano con sus cuchillos a la cintura, abriendo el local en compañía de su novia que chapotea feliz en una gran pecera.

martes, 12 de abril de 2016

El ciclo de la vida

El día que una ola salte más de lo convenido y nos sorprenda besándonos no habrá vuelta atrás. Nuestros labios, ya inseparables, serán volteados entre la espuma, la resaca nos arrastrará hacia el fondo donde seremos animales nunca vistos.

Las corrientes oceánicas nos abandonarán en alguna playa exótica y desconocida donde el calor nos convertirá en vapor de agua. Viajaremos entre nubes hasta las montañas y, convertidos en una pertinaz lluvia, nos dejaremos caer sobre un río cristalino que nos revolverá en su torrente hasta la desembocadura. El mar nos acogerá y una nueva ola, parecida a la que nos rapto saltará hasta el muelle y nos volveremos a besar.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Español primeros pasos

Las palabras que ha aprendido por la noche las escribe con letra torcida en fragmentos arrancados del cartón que les sirve de manta.

Evita hacer agujeros por donde se colaría el aire veloz de la Gran Vía que empieza a dormitar.

Antes de cerrar los ojos, las mira y las memoriza arrugando la frente. Luego  pega su cuerpo diminuto al de su padre para mantener el calor.

Esta noche nota un objeto frío entre los dos. Sin duda es una pistola, quizás sea el juguete que le han prometido y con el que mañana podrá gritar la frase aprendida. “Manos arriba, esto es un atraco”.

lunes, 14 de marzo de 2016

Ejercicios previos

Serán solo cien palabras meticulosamente dispuestas y pegadas al lado de cada objeto. Mejor en letra mayúscula que pueda verlas bien desde cualquier punto de la habitación. Al final de la semana, veremos si hay avance  o la confusión paraliza el conjunto de los miembros o lo que es peor, el recuerdo y la imaginación  se extinguen en una mente fosilizada.

A cada objeto, añadiremos un elemento emotivo, inspirador: junto a la palabra CAMA, DESAMOR, VENTANA irá con DESPEDIDA, sobre la FOTO de mujer anotaremos DESNUDA, y un nombre, MARTINA. En la MÁQUINA DE ESCRIBIR, un papel en blanco donde se leerá, CAPÍTULO UNO.

viernes, 12 de febrero de 2016

En lo bueno y en lo malo

Vivir a lo grande de los bienes gananciales  fue la  máxima de nuestro matrimonio durante los años que compartíamos todo con generosidad: unos elevados ingresos, un patrimonio común, viajes al Caribe, la casa de la playa,  los carísimos regalos de aniversario y los costosos tratamientos, en clínicas de belleza o desintoxicación, según quisiéramos mantener un cuerpo diez o eliminar adicciones.
Fue una de éstas, la que nos arrebató la vida a sorbos y por la nariz. Ahora, cada mañana, cuando se levanta, en estado de abstinencia, pide el divorcio, la ruptura y según el día decide qué parte de las propiedades que tenemos bajo los cartones se llevará.

Pintura de Gisela Quillay: blog

miércoles, 6 de enero de 2016

Infestación

En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse, se repetían una y otra vez. Ella con lágrimas contenidas surcando titubeantes el borde de sus párpados y amarrada a un crucifijo de madera. Él  sin apartar la mirada de la carretera rojiza, con la ventanilla abierta, sintiendo la aridez del viento y su sonido deshabitado, para no escuchar los gritos extraviados de su hija.  “Te  llevaré lejos, muy lejos, a algún lugar muerto  cerca de la frontera y le pegaré fuego al coche contigo dentro”. Los gritos se hicieron gruñidos, insultos y letanías poseídas de palabras incomprensibles. Siguieron  los golpes y las sacudidas en el vehículo hasta hacerlo volcar. 

viernes, 11 de diciembre de 2015

Rutinas

Vuelven a ser invisibles y no porque dejen de existir o se diluyan en otra dimensión,  sino porque  yo dejo de verlos. Con el tiempo, ocurre con todo en la vida, es inevitable, pierdo el interés y aparece la penumbra: primero fueron las muñecas, luego las intimas amigas y las discotecas, los primeros novios o las compañeras de trabajo y sus maridos. Con los años, también se eclipsó parte de la familia. Los hijos también se vuelven inexistentes,  y ayer mi marido dijo que ni lo miro. Yo solo distingo una silueta inmaterial y transparente sentada en el sillón de siempre.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Tormento

Vuelven a ser invisibles pero siguen ahí, al fondo del muro, agazapadas, esperando un mínimo de luz. Pueden seguir los pasos del pelotón o quedarse inmóviles como las de los prisioneros. Una  imita el movimiento elegante de un sombrero al aire con orificios de entrada y salida, otras se contorsionan con la caída convulsa del soldado. No vi siluetas de conejos, ni elefantes de la China. Dicen que la  del poder es alargada. La mía lo sabe todo, me aterroriza cuando se proyecta gigante, bajo la luna llena, armada con el fusil y me obliga a darles el tiro de gracia.




jueves, 15 de octubre de 2015

El Trato


¿Y cómo es que nunca cambiaron el bombín por otro modelo?  No sé, un Panamá como Lexter o un Borsalino como Al Capone. Le pregunté.
Sus pupilas se perdían en una imaginaria frontera entre el bien y el mal.
Me contó que la primera paliza se la dio a su padrastro con catorce años al volver de una fiesta de disfraces. Desde entonces, conservaba el bastón negro y el sombrero de Charlot que encontró por dos libras en el barrio. El mono blanco, las botas militares y los tirantes vinieron después.
“Marketing. Ya sabes” me dijo recogiendo el dinero y la foto del nuevo amante de mi mujer.


miércoles, 7 de octubre de 2015

El coste de la virtud



El puñetero ojo de la cerradura se atascaba un poco pero con el tiempo iría más suave, le dijo, y bien pensado, lo haría más invulnerable a los  atrevimientos lascivos de algunos de sus enemigos y él podría marchar a la guerra y a sus conquistas con la tranquilidad de que su bella esposa no sería violada ni ultrajada.  
Los celos desaparecerían y la honra de su mujer sería respetada eternamente.  Dudó un instante, lo miró fijamente a los ojos pero acabó por entregar la llave al orfebre para que le tomara las medidas exactas a su dulce esposa

miércoles, 23 de septiembre de 2015

¡Ánimo Machote! Y ¡El Becario!

¡Ánimo Machote!
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! ¡Alma de botijo! Le gritó aguda estrellando sus caderas por el pasillo.
-De cántaro-le corrigió-.
- ¡Y qué!, los dos están huecos como tu cabeza y tu miembro. Otro análisis negativo. No sé de qué te sirve ese corpachón de semental. Dice la boticaria que el problema va a ser tuyo. Que Dios te ha castigado por salirte de cura -y a él se le anocheció el rostro-. Esta noche, cuando me suba la temperatura abisal repetiremos la postura del predicador.
-¡Misionero!-. Y resignado dejó caer de su mano la pastilla azul que, según la boticaria, le daría otra oportunidad.


El Becario

¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! El secreto está en el equilibrio como en todas las cosas importantes de la vida. Hay que apretar los dientes, no mover las alas y sujetar el arco y las flechas con firmeza en el momento del disparo. Deberían haberte enviado unos años antes. A volar y a disparar se aprende mejor cuanto más joven. Ya sabes,  los reflejos, la capacidad de respuesta y sobre todo la intuición y la inocencia. Has vuelto a disparar a su marido. Está girando el coche en dirección a la casa, irá directo al dormitorio con la intención de reconciliarse y los pillará desnudos.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Una noche Jack-Una noche Clochard y Asociación de ideas

Volvemos a la disciplina del microrrelato. Tres apuestas para la primera semana de REC (Cadena SER).
"Lo que la ciudad esconde"


Lo que la ciudad esconde. Foto Manuel Montesinos
Lo que la ciudad esconde. Foto Manuel Montesinos
Una noche Jack

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas.
Sin embargo, si alguien le hubiera preguntado habría dicho de carrerilla, sin detenerse, ni titubear siquiera, el avatar con el que las conoció, los detalles de los personajes que inventó para seducirlas y el  nombré de cada una de las chicas cuyos miembros esparcía, ahora, por toda la ciudad, como basura, después de hacerse junto a ellas el obligado selfie de noches de verano con el fondo de un romántico amanecer en la playa.

Una noche clochard
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas y no supo qué coger. Lo que no tenía nombre seguro que no debía comerse ni  sería de utilidad . Si fuera importante lo recordaría y se mantendría grabado en su memoria para siempre como el hambre, la soledad,  y el beso que le daba su Manuel cada noche bajo la colcha de cartón.

Asociación de ideas

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas y decidió llamar a los objetos que no recordaba, por los sentimientos que a ellos le unía. Recorrió toda la casa escribiendo lo primero que le venía a la mente  En la mesa de la cocina apuntó la palabra “bienmesabe”, en la ventana del comedor anotó “siempre sola”, en la puerta del dormitorio de sus hijos dejó escrito “volaron del nido”, en su habitación,  sobre el espejo, puso la palabra llanto, en el cabecero de la cama grabó con un cuchillo infiel y en la espalda de su esposo pintó con sangre y en mayúsculas la palabra  cadáver.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Otra vez será




Seguía atrapado allí dentro, en un taxi con olor a desinfectante rancio. Mirando su cuello y concentrado en mi respiración a la que seguía mentalmente como si fuera un vehículo directo a las profundidades de mi cuerpo. La manejaba  lenta hasta la garganta reseca y de vuelta por el nudo del estómago lanzaba todo el aire despacio asegurándome que no quedaba ni rastro de oxígeno. 

Entonces dejé de hiperventilar  y oculté el cuchillo en la mochila. En la radio quinientas noches, azul, por una décima de segundo. No supe si le pagaba por la carrera, por librarme del pecado o por la poesía.

Nota La ilustración es un dibujo titulado Sorpresa de Almudena del Mazo. Visita su blog Cada día un dibujo

Una apuesta `pasada a REC.

viernes, 24 de octubre de 2014

¿Animales de sangre fría?



Solo ceniza suspendida en el aire y desolación  Ni rastro de vida. El fuego era el   único elemento de la materia visible a su alrededor y un calor volcánico dominaba sobre la naturaleza ausente. Él, perdida la mirada, sin fuerzas para volar, se tambaleaba invertebrado por el borde del desfiladero, anclando débilmente, a cada paso,  las garras en la roca. Visiblemente enfadado, con el corazón saurio herido y el llanto ocelado, mudando escamas de dolor en cada movimiento de su cola.
No pudo  tragarse las llamas que arrojaba por la boca en cada suspiro al recordar la infidelidad de su amada.



miércoles, 15 de octubre de 2014

Reencarnación


Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir, pero ya era tarde. No prestamos atención a las señales que anticipaban, como decían los libros, el momento definitivo: los tres gélidos inviernos consecutivos, la erupción armónica de los volcanes, durante días y los océanos entregando  a los muertos de sus profundidades.
Desde esta mañana, los astros se precipitan, las trompetas y el estruendo de metales en el cielo no cesan, los huesos de los cadáveres se juntan y esperan, en fila, la entrada al juicio. Mientras tanto, el alma pecadora intenta abandonar mi cuerpo que ahora, convertido en crustáceo, se aferra con las pinzas a las rocas del acantilado.


Apuesta para una pasada edición de REC (relatos en cadena)

lunes, 23 de junio de 2014

Estocolmo

Mucho me temo que vienen a rescatarme, oigo sirenas, carreras en el piso y gritos. Ahora que ya me he acostumbrado a su manera de ser, a su forma de pedirme siempre que me arrodille al practicar sexo y a su empeño de tenerme sólo para sus ojos. La relación entre nosotros está progresando mucho y desde ayer  me quita la mordaza durante el día con la única condición de no decir ni una palabra. Ya no lloro, ni grito en silencio, y empiezo a creer lo que dice, que nadie me quiere excepto él, que soy una zorra y que lo nuestro está escrito.